domingo, 11 de agosto de 2013

Un corazon dividido

Un corazón dividido, partido en dos, la nostalgia y el sabor agraz del atardecer, rayos de luz llegan desde mi ventana y sigo sintiendo como una premonición el dolor que vendrá.
¿Causar dolor no es como sentirlo? Quizá más fuerte aún es clavar el puñal, hundir la espada en el pecho del débil, del indefenso, querer ser luz y no poder dejar de ser noche… sin una estrella tachonando su espesa negrura, sin una emoción que calme el corazón desolado.
Cada pensamiento me perfora la mente, me aprieta el pecho y me seca la garganta, pero cada segundo es un clavo más de sufrimiento para su corazón atribulado, lleno de ilusiones, y cada ilusión es la sal de sus heridas lacerantes que le corroerán mas no en su piel, carne y hueso pero si en su alma. Su alma pura ¿Cómo me transformé en aquel asqueroso monstruo? ¿Cómo fui capaz de semejante cruel y vil acto? ¿Cómo corrompí aquella pureza de espíritu?
La memoria me acecha como una sombra gris y no puedo dejar de sentir este pesar, de pensar en todo lo que he hecho, de darle vueltas a los hechos en mi mente, como se revuelve un plato de comida fría que no se tiene intención de ingerir… 

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